El estudio demuestra la gran
cantidad de información que contiene el ADN no codificante y ha descrito la
interacción física de las diferentes regiones reguladoras con los genes del
complejo, lo que posiblemente potencie la transcripción de los genes. El hecho
de que los diferentes genes compartan las regiones reguladoras explica por qué
estos genes se han mantenido formando un complejo a lo largo de la evolución.
Por último, los investigadores
identificaron una estructura tridimensional dentro del complejo Iroquois,
en la que habría dos genes físicamente juntos y un tercero separado de ellos,
lo que permitiría a los elementos reguladores actuar sobre unos genes más que
sobre otros.
TOMADO DE “INVESTIGACIÓN Y CIENCIA”
No hay comentarios:
Publicar un comentario