Por Emilio de Benito.
24/07/2012
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Un nuevo
tratamiento que promueve la ONG TB Alliance ha demostrado que es más eficaz de los
actuales acaba de superar su fase II, la que mide resultados. La siguiente, la
III, es el ensayo a una escala mayor para asegurarse de que no hay efectos
adversos y de que es aplicable. En el trabajo han participado 63 personas, que
han recibido distintas combinaciones de medicamentos. Los 13 con bedaquilina,
PA-824 (un producto nuevo) y moxifloxacino con distintas proporciones de
pyrazinamida.
Esta aproximación
tiene dos ventajas, según sus autores que han publicado los resultados en The Lancet. La primera, que es al menos tan eficaz
como los actuales, pero no interfiere con otras medicaciones, como los
antivirales para el VIH. Esto es muy importante porque la coinfección
tuberculosis-VIH ha sido una de las causas del aumento de esta enfermedad. De
hecho, aproximadamente el 20% de las muertes por tuberculosis se da en personas
con sida.
La otra ventaja es que, según los
datos que se tienen hasta la fecha, el régimen es igual de eficaz para todos
los tipos de tuberculosis, incluidas las resistentes a las medicaciones que se
usan actualmente. Esto facilitaría enormemente la terapia, ya que se podría
empezar desde el principio, sin preocuparse de qué tipo de bacteria la causa.
Además, la rápida reducción en la cantidad de bacilo facilitará la vida a los
afectados. Falta por ver si el tratamiento hay que mantenerlo durante seis
meses como los actuales, o si esto quiere decir que se podrá reducir el periodo
de tratamiento.
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